4 razones por las que el pedal del freno se hunde (y cómo solucionarlo)
Como automovilista, no hay nada más aterrador que intentar accionar los frenos de tu vehículo sólo para descubrir que el pedal de freno se bloquea directamente en el suelo, sin ninguna presión. Esto no sólo es un pensamiento aterrador, sino también un peligro real. Lo cierto es que el buen funcionamiento de los frenos es crucial para la seguridad del vehículo en su conjunto.
Si alguna vez te has enfrentado a circunstancias tan preocupantes, probablemente te hayas quedado desconcertado, preguntándote cómo ha podido ocurrir. En realidad, los problemas de este tipo pueden ser el resultado de una serie de condiciones subyacentes, todas ellas igualmente preocupantes y dignas de amplia atención.
Comprender las causas individuales del fallo prematuro de los frenos resulta muy valioso cuando se intenta reparar el problema y devolver el vehículo a un estado seguro. El conocimiento de esta naturaleza también facilita la prevención de tales incidentes en el futuro, evitando así riesgos innecesarios.
Sigue leyendo para saber más sobre las causas individuales de que un pedal de freno se desinfle y cómo remediar estos problemas, en caso de que se produzcan en el futuro.
Cómo funcionan los frenos de los coches
Antes de aprender a reconocer la causa principal de un fallo del sistema de frenos, es necesario comprender los principios básicos del funcionamiento de los frenos del coche en su conjunto. Estos principios se ilustran a continuación en sus formas más elementales.
- Entrada mecánica: El proceso de aplicación del freno comienza cuando el conductor de un vehículo pisa el pedal de freno, manipulando así una varilla de empuje acoplada. Esto, a su vez, crea una fuerza mecánica que se transfiere a la propia varilla.
- Multiplicación de la fuerza: Esta varilla de empuje actúa sobre el servofreno de vacío del vehículo, que multiplica la fuerza mecánica inicial impartida por el conductor del vehículo.
- Transferencia mecánico-hidráulica: La fuerza mecánica producida en los pasos nº 1 y nº 2 se transfiere a fuerza hidráulica cuando un nuevo movimiento de la varilla de empuje actúa sobre el pistón interno del cilindro maestro del vehículo. El fluido hidráulico (líquido de frenos) se expulsa del cilindro maestro del vehículo a través de una serie de conductos de freno.
- Aplicación de la rueda: La fuerza transmitida a través de este fluido hidráulico llega a cada extremo de la rueda, ejerciendo una fuerza similar sobre las pinzas/cilindros de freno de las ruedas del vehículo
- Unidad de hardware: La fuerza aplicada a las pinzas/cilindros de freno de las ruedas de un vehículo se transfiere a las pastillas y zapatas de freno de cada lado de la rueda correspondiente. Esto hace que las pastillas de freno de un vehículo se bloqueen en sus respectivos rotores. Del mismo modo, las zapatas de freno de un vehículo son empujadas hacia fuera, entrando así en contacto con los tambores de freno correspondientes. Cada una de estas acciones produce la fricción necesaria para que el vehículo se detenga.
Causas de que el pedal de freno se desinfle
El pedal de freno de un vehículo puede desinflarse por varias razones, cada una de ellas tan preocupante como la otra. Entender cada una de estas posibles causas te permite diagnosticar el problema y volver a la carretera a tiempo.
A continuación se enumeran algunas de las razones más comunes por las que se bloquea el pedal de freno de tu vehículo.
#1 Sangrado incorrecto de los frenos
Una de las causas más comunes de que los frenos sean esponjosos, o de que el pedal de freno se desinfle, es la falta de sangrado adecuado tras una reparación anterior del sistema de frenos.
Cada vez que se abre el circuito hidráulico del sistema de frenos de un vehículo, es necesario purgar todo el aire. Esto se debe a que el aire es comprimible, mientras que el fluido no lo es. Después de purgar correctamente los frenos, el funcionamiento del sistema de frenos debería restablecerse.
#2 - Pérdida significativa de líquido
Una pérdida importante de líquido de frenos también puede hacer que el pedal de freno de un vehículo se caiga al suelo. Esto se debe a que la fuerza hidráulica no puede actuar sobre las pinzas de freno o los cilindros de las ruedas del vehículo, debido a la rápida pérdida de líquido.
Con el tiempo, se perderá tanto líquido que el funcionamiento general de los frenos se verá afectado. En la mayoría de los casos, este tipo de problema va acompañado de una luz de advertencia de frenado en el salpicadero del vehículo.
#3 - Cilindro principal defectuoso
El cilindro maestro del sistema de frenos puede fallar, puenteándose internamente, y en la mayoría de los casos el pedal de freno del vehículo cae directamente al suelo.
En este caso, el sistema de frenos de un vehículo nunca produce la presión para la que fue diseñado, impidiendo que las pinzas y/o los cilindros de rueda accionen el sistema. Del mismo modo, se sabe que los cilindros maestros remanufacturados defectuosos causan problemas similares.
#4 - Problemas con el servofreno
Si notas que el pedal de freno de tu vehículo tiene una sensación extraña, pero sólo cuando el motor está en marcha, es posible que el culpable sea el servofreno de tu vehículo.
Cuando funciona correctamente, el servofreno de un vehículo proporciona la asistencia necesaria para frenar sin esfuerzo. Sin embargo, los problemas de este componente pueden provocar una serie de fallos en el propio sistema de frenos.
Cómo diagnosticar y reparar
Los siguientes pasos pueden servir para diagnosticar y reparar la causa del mal funcionamiento del sistema de frenos de un vehículo. Como siempre, consulta la documentación de servicio específica de tu vehículo antes de intentar cualquier reparación.
#1 - Comprueba el nivel del líquido de frenos
Empieza por comprobar el nivel del líquido de frenos de tu vehículo. Si está muy bajo, rellena el nivel del depósito hasta que llegue a la marca de "lleno".
Asegúrate de que utilizas el tipo correcto de líquido de frenos, como se indica en el manual del propietario. Suele ser líquido DOT 3 o 4, pero algunos vehículos pueden ser compatibles con líquido de frenos DOT 5.
#2 - Inspección de fugas
Si el nivel de líquido de frenos de tu vehículo era bajo, será necesario realizar una inspección minuciosa en busca de fugas en el sistema. Normalmente, las fugas de este tipo no son demasiado difíciles de detectar.
Traza cada latiguillo de freno a mano, prestando mucha atención a las pinzas de freno, los cilindros de rueda y el cilindro maestro del vehículo. La aparición de líquido en el interior de los neumáticos traseros de un vehículo suele indicar una fuga importante del cilindro de la rueda. Cualquier fuga debe ser reparada antes de proceder.
#3 - Sistema de sangrado
Ahora tendrás que purgar el sistema de frenos del vehículo para eliminar el aire residual. Es aconsejable purgar los conjuntos de frenos de las cuatro ruedas, empezando por la trasera y siguiendo por la delantera.
Si se ha detectado una fuga externa en el cilindro principal, éste también debe purgarse antes de purgar todas las ruedas.
#4 - Desconectar la alimentación de vacío del servofreno
Si los problemas de tu vehículo persisten, desconecta la línea de suministro de vacío al servofreno del vehículo. Si el problema se resuelve por sí solo, tendrás que sustituir el servofreno.
#5 - Sustituir el cilindro maestro
Si ninguno de los pasos anteriores ha solucionado los problemas de tu vehículo, es casi seguro que la culpa la tiene un cilindro maestro defectuoso. En caso de duda, sustituye el cilindro principal del vehículo antes de purgar todo el sistema.
Qué hacer si el pedal del freno se atasca durante la conducción
Sobre todo, es muy importante evitar que cunda el pánico si el pedal de freno de tu vehículo se hunde mientras conduces. Aunque parezca más fácil decirlo que hacerlo, ten en cuenta que si pierdes la calma, no podrás actuar con sensatez.
En primer lugar, debes evaluar rápidamente tus opciones estudiando las condiciones del tráfico delante, detrás y a los lados de tu vehículo. Determina si es seguro salir a la calzada y con qué rapidez debes hacerlo para no arriesgarte a un accidente.
Continúa reduciendo la velocidad manteniendo el pie fuera del pedal del acelerador, manteniendo tu carril de circulación. Si es posible, deja que tu vehículo reduzca la velocidad a 30 MPH antes de intentar salir de la calzada. Cuando sea seguro hacerlo, señala tu intención y abandona lentamente la calzada.
Una vez en la calzada, tu vehículo debe seguir reduciendo la velocidad. Una vez que tu vehículo haya reducido la velocidad a 20 MPH o menos, puedes aplicar el freno de emergencia, que se controla mecánicamente y no por presión hidráulica. Detén tu vehículo con seguridad y deja aplicado el freno de emergencia.
En cualquier caso, nunca debes intentar seguir conduciendo sin que los frenos funcionen. Hacerlo es extremadamente arriesgado y presenta una posibilidad real de lesionarte a ti o a otros. Debes llamar a una grúa y llevar el vehículo en cuestión a un taller para que lo reparen adecuadamente.
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