15 causas de un mal kilometraje de la gasolina (y qué hacer al respecto)
¿Has ido alguna vez a una gasolinera, has calculado el consumo de tu vehículo y te has dado cuenta de que es un poco más bajo de lo que dice la EPA? ¿Te has preguntado alguna vez por qué tu coche arde tanto?
A medida que los coches envejecen, hay muchos factores que pueden provocar un alto consumo de combustible. Sigue leyendo para saber cuáles son y qué puedes hacer para aumentar tu MPG hasta niveles normales.
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- 15 razones por las que la gasolina consume poco
- #1 - Almacenamiento de carbono
- #2 - Anillos de pistón desgastados
- #3 - Tener un pie de plomo
- #4 - Seguir a otros conductores
- #5 - Tiempo frío
- #6 - Utilizar un combustible con un octanaje inferior al recomendado
- #7 - Baja presión de los neumáticos
- #8 - Mala alineación
- #9 - Utiliza un aceite más espeso
- #10 - Nivel de aceite demasiado alto
- #11 - Bobinas, bujías o cables de encendido defectuosos
- #12 - Inyector de combustible obstruido o defectuoso
- #13 - Cronometraje incorrecto
- #14 - Sensor de O2 defectuoso
- #15 - Filtro de aire del motor antiguo
15 razones por las que la gasolina consume poco
#1 - Almacenamiento de carbono
A medida que tu vehículo envejece, la carbonilla se acumula en las válvulas, los pistones, los inyectores y las paredes de los cilindros. Una pequeña acumulación de carbono es completamente normal, pero a veces se acumula demasiado en zonas críticas.
Esto puede afectar a la capacidad de las válvulas para asentarse correctamente o de los pistones para sellar contra las paredes del cilindro. Esto reduce la compresión y, en consecuencia, la eficiencia y el ahorro de combustible.
Este fenómeno suele ser más notable en los vehículos de inyección directa. La inyección directa inyecta el combustible directamente en el cilindro, mientras que la gasolina lo hace antes de la válvula de admisión. Como la gasolina es un disolvente, acaba lavando las válvulas de admisión en un vehículo de inyección directa, reduciendo drásticamente la acumulación de carbono
La acumulación de carbono puede eliminarse con un un buen limpiador para los sistemas de combustible como Espuma de mar o chorro de arena de nogal
#2 - Anillos de pistón desgastados
A medida que un vehículo envejece, los segmentos de los pistones pueden desgastarse y dejar de sellar correctamente las paredes del cilindro. Esto reduce la compresión y, por tanto, el ahorro de combustible.
El desgaste de los segmentos del pistón o de las paredes del cilindro se acelera cuando se utiliza un aceite incorrecto, no se cambia el aceite a intervalos adecuados o se deja que se agote.
Constantemente el motor tiene problemas también podría causar este problema con el tiempo. Como la mayoría de las bombas de aceite son volumétricas (impulsadas por el cigüeñal), si se requiere una carga elevada a bajas revoluciones, la bomba de aceite funcionará a una presión menor, enviando menos aceite a las partes críticas del vehículo.
La solución es sencilla: reduce la marcha antes de dar gas y suelta el embrague más lentamente (si conduces una caja de cambios manual).
#3 - Tener un pie de plomo
Por muy divertido que sea, pisar el acelerador es terrible para el ahorro de combustible. Muchos coches tienen un ahorro de combustible de un solo dígito con el acelerador a fondo.
Esto es por diseño. Cuando pisas el acelerador, la placa del acelerador se abre, permitiendo que entre más aire en la cámara de combustión. La unidad de control del motor del coche (ECU) debe responder inyectando más combustible para mantener la relación aire-combustible correcta.
Este fenómeno se ve agravado por el hecho de que la mayoría de los vehículos, especialmente los turboalimentados, funcionan un poco más ricos de lo necesario en situaciones de alta carga. El combustible adicional enfría los cilindros y evita que se atasquen.
El golpeteo (o predetonación) es el combustible que se enciende antes de que lo haga la bujía y tiene el potencial de destruir un motor si se produce en condiciones de alta carga.
La solución más obvia es pisar el pedal del acelerador. No significa que tengas que conducir como la abuela. Acelera gradualmente y no pises el acelerador cada vez que se presente la oportunidad.
#4 - Seguir a otros conductores
Si no puedes mantener una distancia de seguridad, tu consumo de combustible disminuye rápidamente. Cuando te pones a la cola, acabas pisando repetidamente el freno y acelerando enérgicamente para evitar chocar por detrás con la persona que te precede, mientras te mantienes en su cola.
Además, creas ondas en el tráfico que ralentizan y enfadan a los demás conductores. Si mantienes la calma en el tráfico y aumentas la distancia de seguridad, verás un aumento notable y respetable del ahorro de combustible.
#5 - Tiempo frío
Cuando hace frío en el exterior, tu vehículo tarda más en alcanzar la temperatura normal de funcionamiento. El aceite es más viscoso a bajas temperaturas y esto reduce la eficiencia. Este efecto se nota especialmente en los trayectos muy cortos.
El aire frío es más denso que el aire caliente, por lo que el vehículo necesita más combustible para mantener la relación aire-combustible correcta. Además, la mezcla de aditivos de la gasolina es diferente en invierno que en verano. El combustible de invierno contiene algo menos de energía por litro.
Aparte de mudarte a un clima más cálido o guardar tu coche en el garaje durante el invierno, no hay mucho que puedas hacer para evitar la reducción natural del consumo de combustible durante los meses de frío.
#6 - Utilizar un combustible con un octanaje inferior al recomendado
El octanaje describe la capacidad de un combustible para resistir la combustión bajo presión. Cuanto mayor sea el octanaje, mayor será la resistencia a la combustión.
Algunos vehículos permiten al propietario elegir entre gasolina normal (de unos 87 octanos), media (de unos 89 octanos) o premium (de 91 a 93 octanos). Muchos de estos vehículos recomiendan el uso de gasolina premium.
Cuando se utiliza menos gasolina premium en estos vehículos, la ECU debe reaccionar retrasando el tiempo de encendido (también conocido como "tirar" o "marcar hacia atrás").
Esto significa que la bujía se enciende más tarde de lo normal en la carrera de compresión, más cerca del punto muerto superior (TDC) del cilindro. Una vez que se haya agotado el combustible normal y se haya llenado la gasolina premium, el momento de encendido se adelantará de nuevo.
Por eso, lo mejor es utilizar combustible con el octanaje recomendado por el fabricante del coche.
Nota: Si el manual del propietario indica que el vehículo debe ser alimentado con gasolina normal, el uso de gasolina premium es una opción que no debe subestimarse no aumentar el ahorro de combustible en la mayoría de los casos. El vehículo debe estar programado específicamente para aprovechar el mayor número de octanos.
#7 - Baja presión de los neumáticos
La baja presión de los neumáticos aumenta la resistencia a la rodadura, lo que requiere más energía del vehículo para mantener una velocidad determinada y reduce el consumo de combustible. Muchos vehículos nuevos incorporan sensores de presión de los neumáticos para controlarlos.
Por desgracia, estos sensores sólo te avisan de la baja presión de los neumáticos cuando alcanza un nivel suficientemente bajo. Podrías tener 5 PSI menos y no darte cuenta.
Comprueba regularmente la presión de los neumáticos con un buen manómetro (como el Accutire) para asegurarte de que están ajustados al valor recomendado de fábrica. La mayoría de los vehículos tienen una pegatina en el marco de la puerta del conductor que indica la presión recomendada en frío para los neumáticos delanteros y traseros
#8 - Mala alineación
¿Alguna vez has caído en un bache grande y has notado que te cuesta más esfuerzo mantener el coche en línea recta? Probablemente también sientas este mayor esfuerzo en el surtidor.
Cuando tu vehículo no está alineado, te cuesta más esfuerzo ir en la dirección deseada porque estás luchando contra la resistencia de un neumático que no está perfectamente alineado con el volante. Puede que tus neumáticos ni siquiera estén alineados entre sí
Realinear tu coche en un taller de confianza es una solución fácil a este problema y, en general, hará que tu vehículo sea más seguro.
#9 - Utiliza un aceite más espeso
Algunas personas juran utilizar un aceite más espeso en los coches más antiguos para evitar fugas o reducir el ruido del ascensor, aunque no es una estrategia recomendada.
Un aceite más espeso provoca una mayor resistencia en los componentes internos del motor, reduciendo el ahorro de combustible. En general, siempre es mejor utilizar el aceite recomendado en el manual del propietario.
#10 - Nivel de aceite demasiado alto
Si cambias el aceite y acabas llenándolo en exceso, el nivel de aceite en el cárter puede ser lo suficientemente alto como para llegar al cigüeñal. En este caso, el cigüeñal acabará en un charco de aceite, que notarás en la bomba de combustible.
Una solución sencilla a este problema es comprar un extractor de fluidos y extrae suficiente aceite del orificio de la varilla para que el nivel esté por debajo de la marca de lleno de la varilla.
Mantén siempre el nivel de aceite entre la marca de lleno y vacío de la varilla y consulta el manual del propietario para obtener información específica del vehículo.
#11 - Bobinas, bujías o cables de encendido defectuosos
El sistema de encendido es fundamental para conseguir una combustión completa y constante. Si falla una bujía, el cable de la bujía o la bobina de encendido, el combustible de ese cilindro puede no quemarse en cada ciclo, provocando fallos de encendido.
El combustible no quemado no puede utilizarse para propulsar el vehículo hacia delante, lo que reduce el ahorro de combustible. Si notas que tu vehículo ha empezado a funcionar al ralentí, se cala o vacila, puede ser el momento de revisar el sistema de encendido.
#12 - Inyector de combustible obstruido o defectuoso
Los inyectores de combustible tienen la función de inyectar combustible de una manera muy específica en un momento muy concreto. Si el inyector está defectuoso u obstruido por algo, puede seguir rociando combustible, pero probablemente lo hará de una manera para la que no fue diseñado.
Esto afecta a la capacidad del combustible de atomizarse y mezclarse con el aire para una combustión completa y constante, lo que afecta al ahorro de combustible.
A veces los inyectores simplemente necesitan ser limpiados, lo que te ahorrará dinero en comparación con la sustitución de cada inyector individual.
#13 - Cronometraje incorrecto
¿Has intentado alguna vez cambiar la correa de distribución y has comprobado que el coche no funcionaba bien? Si la correa de distribución no está instalada correctamente, la admisión y el escape no se abrirán y cerrarán en el momento adecuado en relación con la posición del cigüeñal, lo que provocará la salida de combustible no quemado del vehículo y un motor muy revuelto.
Consulta siempre a un profesional si no te sientes capaz de abordar este trabajo tú mismo.
#14 - Sensor de O2 defectuoso
Si notas una luz de control del motor relacionada con el sensor de O2, ¡no la ignores! La mayoría de los vehículos parecen funcionar perfectamente con un sensor de O2 defectuoso, pero inyectan mucho más combustible del necesario, desperdiciando así la gasolina.
Un nuevo sensor de O2 es una solución bastante económica. No sólo te ahorrará dinero en el surtidor, sino que también es mejor para el medio ambiente.
#15 - Filtro de aire del motor antiguo
¿No recuerdas la última vez que sustituiste el filtro de aire de tu motor? Puede que sea el momento de tirarlo a la basura y comprar uno nuevo.
Los filtros de aire obstruidos limitan la cantidad de aire que puede entrar en el motor, que trabaja más para alcanzar la misma velocidad.
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